A medida que los casos se vuelven más complejos y especializados, la necesidad de peritos o expertos calificados para proporcionar testimonio pericial y análisis se ha vuelto vital. En el tema de la impericia médico-hospitalaria, el peritaje es indispensable. Sin embargo, con esta creciente necesidad también ha surgido la cuestión de la razonabilidad de los honorarios que cobran esos peritos. Para los abogados que litigamos casos de víctimas de impericia médico-hospitalaria, el tema resulta vital, pues las víctimas pueden ver coartado su derecho a tener acceso a la justicia. Sin embargo, asumiendo que se pueda costear el peritaje inicialmente, surge una segunda etapa, si es que el caso tiene mérito.
Una vez radicada la demanda, comienza el
descubrimiento de prueba y dentro de este proceso, las deposiciones a los
distintos peritos de las partes. Cuando no hay acuerdo sobre la cuantía a
cobrar por los peritos, interviene el tribunal para “regularlos.” Los
tribunales deben sopesar varios factores para determinar lo que se considera
"razonable", que es el criterio rector que imponen nuestras reglas de
procedimiento civil en torno al descubrimiento de este tipo de prueba. Aunque
no hay una regla fija, varios criterios se utilizan generalmente para este
propósito.
El primer criterio es el área de especialización del
perito. Esto es crucial porque el nivel de especialización puede influir en el
valor del testimonio pericial que proveerá. Por ejemplo, un perito con una
subespecialidad relevante para el caso puede cobrar más que uno con una
especialización general. Esto se debe a que el primero puede tener
conocimientos más profundos y experiencia en la materia específica del caso.
En segundo lugar, para proporcionar la perspectiva
pericial, la educación y la formación necesarias del perito también son
importantes. Un perito que ha pasado años de estudio y de práctica profesional
para obtener una calificación o experiencia particular puede justificar
honorarios más altos. Esto presupone una especie de reconocimiento de la
inversión significativa de tiempo, esfuerzo y recursos financieros que el perito
ha hecho en su campo.
También se consideran las tarifas prevalecientes de
otros expertos respetados. Si bien cada caso es único, el costo de los
servicios periciales suele ser similar con lo que otros expertos del mismo
campo cobran por igual servicio. Este criterio ayuda a prevenir excesos al
proporcionar un punto de referencia o categoría dentro del cual los honorarios periciales
deben caer.
El siguiente factor es la naturaleza, calidad y
complejidad de las respuestas solicitadas en el descubrimiento de la prueba. La
información solicitada puede variar significativamente en términos de
complejidad y puede requerir diferentes niveles de análisis y tiempo para
prepararla. Es natural que un perito que proporciona información particularmente
compleja o que requiere una cantidad significativa de tiempo para prepararse cobre
más.
Los honorarios que realmente se están cobrando a la
parte que contrató al perito y los que el perito ha cobrado tradicionalmente en
asuntos relacionados son otros factores importantes. Estos criterios ayudan a
proporcionar un contexto y evitar posibles controversias sobre los honorarios.
Finalmente, cualquier otro factor que probablemente
sea útil para el tribunal al balancear los intereses implicados puede ser
relevante. Esto podría incluir factores tales como la importancia del
testimonio del perito para el caso, la disponibilidad de otros peritos, las
tarifas estándar en la jurisdicción y la ubicación o residencia del perito.