Ya hace un tiempo advertí que el gobierno estaba empujando administrativamente - y bajo el radar - los topes a las compensaciones de impericia médica en Puerto Rico. Los mismos topes que no se han podido aprobar por la vía legislativa a través de diez años, bajo distintas administraciones, gracias a la militancia de la Asociación de Víctimas de Impericia Médica (AVIM). Estos topes no benefician sino a los médicos, déjense de bobadas.
El Colegio de Médicos contó inicialmente con la ayudita del representante Rafael García bajo el gobierno de Sila Calderón. Bajo el gobierno de Aníbal Acevedo Vilá, contó con la mano pesada del senador Julito Rodríguez, ambos profesionales médicos metidos a políticos y electos por el Partido Popular Democrático. Una y otra vez, las expectativas del Colegio de Médicos y de estos distinguibles legisladores del patio chocaron contra la muralla de la AVIM, dirigida en distintas fechas por padres de niños víctimas de la mano negligente. La potente voz de las víctimas se ha alzado y ha prevalecido solita, sin la ayuda ni colaboración de los legisladores de ambos partidos que se han turnado en el poder.
A principios de este cuatrienio, el gobernador Fortuño le hizo una promesa al Colegio de Médicos de que impulsaría legislación en el tema de impericia médica, entre otras limitaciones de derechos del paciente, para imponer un tope a las compensaciones no económicas, nuevamente de $250 mil, además de brindarle un derecho a hogar seguro a a las residencias de los médicos, para que no pudieran serle embargadas, en caso de ser culpables por impericia. En una especie de quid pro quo, se aprobó el derecho a hogar seguro, no solo a los médicos sino, inteligentemente, para no discriminar, a favor de toda la población titular de residencias en el país. En esta ocasión el presidente del Senado Tomás Rivera Schatz y la senadora Lorna Soto, tronaron en contra de esas intenciones y la medida de los topes volvió a colgarse. La AVIM y los pacientes tuvieron en esos senadores del PNP aliados incuestionables.
En 2009 se aprobó una ley para facilitar el centro de trauma de Mayagüez contara con el beneficio que tienen las facilidades hospitalarias y sus médicos. Esto es, extender a este centro de trauma los beneficios de inmunidad y tope de $75 mil a todos los daños que se les reclamaran por algún evento de impericia médica o de negligencia hospitalaria. Ello, bajo la premisa de que los pacientes de traumas severos del área oeste se quedaran allá y fuesen tratados por los médicos especialistas de trauma, sin necesidad de ser trasladados al centro médico de Río Piedras, causando un hacinamiento innecesario en esa facilidad terciaria. Aunque muchos vimos esta medida con cierto recelo, fue aprobada sin mucha objeción porque, en principio, el propósito no se podía cuestionar mucho.
Armados con la legialación que lidiaba con el tema del centro de trauma, el gobernador y el Secretario de Salud se percataron de lo que los abogados llamamos un pequeño ‘loophole’ en la ley y se dispusieron a abrirlo a nivel de boca de dron. Esta vez, extendiendo por reglamento, la concesión de los beneficios de la ley de pleitos contra el estado (inmunidad y topes) a alrededor de diez hospitales privados, hasta ahora, regados por todo Puerto Rico.
Percatada del abuso y uso de poder excesivo o ultra vires que estos funcionarios hicieron aparentemente de noche, bajo el radar, la AVIM pautó anuncios radiales, persiguiendo que Fortuño revocara el reglamento aprobado por el Secretario de Salud y, por tanto, eliminara los beneficios concedidos a estas entidades hospitalarias privadas. Esos anuncios duraron poco porque fueron efectivos.
Tan efectivos fueron los anuncios de AVIM que un funcionario llamado Manuel Torres, contralor electoral de reciente cuña, los prohibió unilateralmente, sin vista, catalogándolos de anuncios políticos que requerían un permiso previo de la comisión electoral. En otras palabras, este pequeño funcionario amordazó a la AVIM, so pretexto de que requería que se les certificara y se le expidiera un permiso previo para pautar estos anuncios. Una censura previa desnuda, sin precedente alguno en Puerto Rico.
Múltiples han sido los argumentos levantados públicamente de carácter constitucional y social, incluso por AVIM ante la corte federal, mediante un pleito radicado ayer 2 de octubre en contra del censor electoral Torres. Dos abogados constitucionalistas de renombre en el país, Carlos Gorrín Peralta y Carlos Ramos, han levantado también banderilla roja, exponiendo los derechos constitucionales especificamente lesionados. Profesores universitarios y asociaciones de la prensa del país han dictado cátedra, uniéndose a la voz de protesta. Líderes políticos han expresado su oposición a la medida de mordaza o censura previa. Nada han dicho, sin embargo, Rivera Schatz ni la senadora Soto, otroras disque defensores de los pacientes.
El pleito federal de AVIM persigue sustancialmente que se ordene a dicho contralor electoral abstenerse de prohibir dichos anuncios, ya que su directriz violenta el derecho de expresión de la AVIM, como una entidad que carece de fin político sino que tiene una agenda social privada, en pro de las víctimas de impericia médica y de los pacientes en Puerto Rico. Si es que el pequeño contralor y Fortuño no rectifican, la AVIM eventualmente prevalecerá, porque, difícilmente, un juez federal pueda validar una jaibería política de esta magnitud, dicen algunos, decisión peregrina y brutalidad dicen otros.
Esta directriz del pequeño contralor imponiendo mordaza, la emite para proteger al gobernador Fortuño. Es obvio que los anuncios han dado duro y han calado fuerte en el país contra su imagen y su actitud, ya evidentemente crónica, de proteccionismo a rajatabla en favor de los médicos e instituciones hospitalarias, bajo la excusa hipócrita y patética de que beneficia a los pacientes. Mientras, sorprendentemente para este autor, el presidente del Senado y la senadora Soto hacen mutiz. Mientras no condenen esta MORDAZA, estos senadores son percibidos como simples políticos, haciendo causa común con el presidente de su partido político, en contra de los pacientes, a quienes en una ocasión protegieron.
No hay mucho tiempo; si los senadores no hablan, el peso de la opinión del paciente no solo recaerá en Fortuño sino también en su contra. De igual manera, pensaremos que, en época eleccionaria, 'Con amigos así, ¿quién necesita enemigos?
Nota 5 de octubre
A las pocas horas de colgar este post, y no necesariamente porque el hombre lo leyó, el "contralor electoral" dio una virazón y se autocensuró. O sea, dio un paso atrás y revocó la censura previa o su prohibición para que AVIM pautara sus anuncios. Digo que fue un paso atrás porque, según dijo, la investigación sigue y si se evidencia que AVIM "no cumplió con la ley" expedirá nuevamente la prohibición. Es decir, resucitará su censura o, lo que es igual, se des-autocensurará. Mientras, el pleito federal debe seguir, porque lo que pretende hacer este funcionario no está nada bien y es contrario a lo resuelto por el mismísimo Tribunal Supremo de los federicos. Ya el tiempo dirá qué pasará. ¿Los senadores? Chitón.
5 de octubre PM
El juez federal Daniel Domínguez, aunque no dio paso al injunction preliminar, por académico, decidió mantener el pleito vivo ya que los issues constitucionales, sobre violación de derechos civiles, siguen estando en controversia. BRAVO!!
miércoles, 3 de octubre de 2012
martes, 7 de agosto de 2012
Natalia

Por una testarudez del médico que la atendió en su primer embarazo, mi hijastra tuvo una cesárea innecesaria. De esas cesáreas de las que, a última hora, el obstetra impone su decisión, simplemente porque le da la gana, por no amanecerse o por temerle a una demanda de impericia médica y solapadamente extorsiona implicando que la bebé puede sufrir daños. Ante esa presión indebida, en un momento como ése, ¿quien se niega? En el caso de mi hijastra, por el chorro se fueron con ese obstetra los parámetros médicos aceptables y adecuados para concluir un proceso natural de parto y terminarlo mediante una cesárea. Después de un tiempito lo agarramos bajando, pero esos son otros veinte pesos.
Luego de esa experiencia traumática para todos en la familia, no solo desde el punto de vista físico sino emocional de mi hijastra, ella quedó nuevamente embarazada, habiéndose mudado antes a los Estados Unidos con su esposo y su hijita de cinco años. Estaba decidida a tener un VBAC (parto vaginal luego de una cesárea) y se lo comunicó así al obstetra que trató su embarazo y eventual parto, Dr. Marc Wilson.
Al cabo de 40 semanas de gestación, rompió membranas como el preámbulo natural al parto que se avecinaba. Eso ocurrió alrededor de las 9:00 de la mañana de ayer, 6 de agosto. Mi esposa Joanna, que la acompañaba, dejándome solito, me informó del evento, diciéndome, además, que acudirían próximamente a la sala de parto, aledaña a la oficina de su médico. A este también lo llamarían para asegurarse que él la atendiera en su parto y no uno de sus socios, con quienes no había tenido relación alguna en sus visitas prenatales. Así hicieron, activándose de momento todos los celulares de la familia íntima y extendida, de aquí y de allá. Como era de esperar, la noticia del parto que se avecinaba nos alegró y emocionó a todos.
Una vez en sala de parto, le practicaron los exámenes pertinentes y, no habiendo aún dilatado completamente ni borrado su cérvix, la mandaron a caminar. Pacientemente lo hizo, esperando a su médico que la vendría a examinar alrededor del mediodía.
Cerca de las 5:00 de la tarde, la parturienta aún estaba en seis centímetros, lo que advertía que el parto iba a durar unas cuantas horas adicionales. Las enfermeras le dieron una bola para hacer unos ejercicios. Las contracciones, sin embargo, se habían intensificado y eran recibidas por todos con alegría, porque auguraba un proceso normal. Bueno, lo cierto es que fueron recibidas con un poco de menos alegría por la parturienta, que ya daba signos de agotamiento físico.
La familia examinaba "con rigor científico" los trazados del monitor fetal que nos mandaba mi esposa por mensaje de texto. Notábamos que los picos eran altos, lo que evidenciaba que las contracciones eran sabrosas e intensas. Más importante aún, evidenciaban que los latidos del bebé eran fuertes y regulares, dentro del parámetro normal, alrededor de 140 latidos por minuto. La parturienta estaba realizando una buena labor de parto y el bebé esperaba en la caja de bateo, ansioso por salir.
Pasaron unas cuantas horas adicionales. En el ínterin, su dilatación se pasmó, llegando a cerrar un poco, lo que motivó una orden de pitusina. El optimismo del médico, sin embargo, era notable, inyectando de positivismo a la parturienta y a mi esposa, la aprendiz de comadrona, que en silencio tenían "flashbacks" del evento de hacía cinco años. A las 10:07 de la noche la parturienta llegó a 10 centímetros de dilatación, con el cuello del útero completamente borrado, lo que significaba autorización para pujar; pujos que había aguantando desde hacía rato.
No sé si en Puerto Rico el VBAC se hubiese dado. Mi intuición me dice que no, no obstante la concienciación que está siendo creada actualmente por diversos grupos de presión, como "Inne CESAREAS". Probablemente en el momento que la dilatación se pasmó el médico hubiese ordenado una cesárea, cercenando las ilusiones de la madre y su familia de un parto vaginal. Ojalá que esto cambie pronto en nuestro país para beneficiar a otras mujeres que, como a mi hijastra, le practicaron una cesárea innecesaria. Ojalá crezca el número de médicos sensibles a las necesidades físicas y emocionales de sus pacientes. Ojalá se acaben las demandas de impericia médica, aunque ello signifique que tenga que dedicarme a otra cosa.
A las 10:21 de la noche, luego de tres buenas contracciones y varios pujos, nació una hermosa bebé. Con todo y VBAC, la bebé pesó 9lbs y 5oz y midió 21 1/2 pulgadas. Al instante volaron por el ciberespacio las fotos de la recién nacida y su madre creando el "bonding" con ella.
desde el otro lado del charco me hicieron abuelo nuevamente y le pusieron de nombre NATALIA ISABEL. Mi querida viejita, que nos acompaña a mí y a mis hijos en nuestros corazones, también se llamaba Natalia, así que mi contentura es múltiple. Quizá la de ella también, que, además, su tía favorita y una de las mías, se llamaba Isabel.
Felicitaciones para la familita. Mucha salud para la madre y su nueva beba; largos años de vida para mi nueva nietecita, que me llamará también: Papabú, !qué dinda!
sábado, 14 de julio de 2012
TOPES, por debajo del radar
Además del polvo de Sahara, en el período de 24 días en que estuve de vacaciones fuera de puertorro, sucedieron varios eventos en lo que respecta a los topes en compensaciones y la inmunidad a los médicos en el tema de la impericia médica y la negligencia hospitalaria en Puerto Rico. Por un lado, el 13 de junio se inauguró en Mayagüez un llamado “consorcio del oeste” y el 12 de julio empujaron algo parecido en San Juan.
En la zona oeste, emergencias médicas serán atendidas sin que alegadamente, los pacientes tengan que ser trasladados al Centro Médico, en San Juan, de acuerdo a la iniciativa en la que participarán los hospitales San Antonio, de Mayagüez, La Concepción, de San Germán, Buen Samaritano, de Aguadilla y San Carlos Borromeo, del pueblo de Moca. Suena bonito, pero en realidad se trata de una iniciativa que les brindará la inmunidad del Estado a las cuatro instituciones médicas y a sus médicos, que no son empleados del Estado. Dicho de otra forma, los médicos de esos hospitales trabajarán sin el “miedo”, dicen, que le provocamos los abogados que los demandamos y las víctimas que han sufrido daños como resultado de su falta de pericia y competencia profesional.
En San Juan, por otro lado, se ha firmado un “Acuerdo de traslado” entre el Puerto Rico Children’s Hospital, Hospital San Jorge y Hospital Pediátrico de Puerto Rico. El mentao acuerdo en esta ocasión es en torno a la población pediátrica de la zona. A cada uno de los hospitales participantes y a sus médicos, se les proveerá, medicante ese acuerdo, las mismas garantías de los hospitales del Estado en cuanto a los topes de impericia médica; es decir, el mismo tope de $75,000.00 que se provee a las facilidades médicas del gobierno, ubicadas mayormente en el centro Médico de Río Piedras.
Como quien no quiere la cosa, el gobierno ha empujado los topes a las compensaciones de las víctimas de impericia médica, de la manera más astuta, solapadamente y sin mucho ruido; INMUNIDAD le llaman ahora. Estas actuaciones del poder legislativo y del gobernador significan que, de ahora en adelante, la compensación a la víctima de impericia en esas facilidades hospitalarias no podrá exceder de $75,000.00, hasta $150,000 en caso de que sean varias personas los reclamantes en un mismo evento.
No hay duda: cuando el gato sale, los ratones hacen fiesta.
Actualización:
Sigue el gobierno empujando los topes, por debajo del radar y por reglamentacióbn del Secretario de Salud. Esta vez el regalito recayó sobre el Hospital Menonita que, desde el 5 de septiembre goza de la inmunidad del Estado. Lo que quiere decir es que tienen topes hasta $75,000 por víctima hasta $150 mil por caso. La Asociación de Víctimas ha protestado. Veremos qué hace el gobierno cuando se tiren nuevamente a la calle y.... en año de elecciones.
En la zona oeste, emergencias médicas serán atendidas sin que alegadamente, los pacientes tengan que ser trasladados al Centro Médico, en San Juan, de acuerdo a la iniciativa en la que participarán los hospitales San Antonio, de Mayagüez, La Concepción, de San Germán, Buen Samaritano, de Aguadilla y San Carlos Borromeo, del pueblo de Moca. Suena bonito, pero en realidad se trata de una iniciativa que les brindará la inmunidad del Estado a las cuatro instituciones médicas y a sus médicos, que no son empleados del Estado. Dicho de otra forma, los médicos de esos hospitales trabajarán sin el “miedo”, dicen, que le provocamos los abogados que los demandamos y las víctimas que han sufrido daños como resultado de su falta de pericia y competencia profesional.
En San Juan, por otro lado, se ha firmado un “Acuerdo de traslado” entre el Puerto Rico Children’s Hospital, Hospital San Jorge y Hospital Pediátrico de Puerto Rico. El mentao acuerdo en esta ocasión es en torno a la población pediátrica de la zona. A cada uno de los hospitales participantes y a sus médicos, se les proveerá, medicante ese acuerdo, las mismas garantías de los hospitales del Estado en cuanto a los topes de impericia médica; es decir, el mismo tope de $75,000.00 que se provee a las facilidades médicas del gobierno, ubicadas mayormente en el centro Médico de Río Piedras.
Como quien no quiere la cosa, el gobierno ha empujado los topes a las compensaciones de las víctimas de impericia médica, de la manera más astuta, solapadamente y sin mucho ruido; INMUNIDAD le llaman ahora. Estas actuaciones del poder legislativo y del gobernador significan que, de ahora en adelante, la compensación a la víctima de impericia en esas facilidades hospitalarias no podrá exceder de $75,000.00, hasta $150,000 en caso de que sean varias personas los reclamantes en un mismo evento.
No hay duda: cuando el gato sale, los ratones hacen fiesta.
Actualización:
Sigue el gobierno empujando los topes, por debajo del radar y por reglamentacióbn del Secretario de Salud. Esta vez el regalito recayó sobre el Hospital Menonita que, desde el 5 de septiembre goza de la inmunidad del Estado. Lo que quiere decir es que tienen topes hasta $75,000 por víctima hasta $150 mil por caso. La Asociación de Víctimas ha protestado. Veremos qué hace el gobierno cuando se tiren nuevamente a la calle y.... en año de elecciones.
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