domingo, 14 de octubre de 2007

¿Un garabato por otro?


El más importante promotor de legislación para limitar los derechos a la víctima de impericia médica en Puerto Rico y, de paso, quitar del medio a su abogado, ahora tiene en su agenda la eliminación del Tribunal Examinador. No es que quiera defender a la institución ni a los galenos que componen el TEM. Ni siquiera se me ocurre una buena defensa en torno a los procedimientos que han ocurrido en el pasado para certificar a los médicos y a sus especialidades, a no ser que sea, que si no lo hacen desde aquí, a alguien se le ocurrirá la maravillosa idea de que lo hagan desde el otro lado del charco. Sin embargo, cuando esas ideas que lucen fantásticas son promovidas por los dirigentes del Colegio de Médicos, una presunción de incorreccción las acompaña siempre en mi mente, teniéndome que convencer de su idoneidad más allá de duda razonable.

Estoy de acuerdo, en principio, con la existencia de un organismo que apruebe quien entra o no a la práctica de la medicina en nuestro país y que fiscalice el desempeño profesional de los médicos, tanto desde el punto de vista ético, como profesional; denomínese Tribunal, Junta, Comité, Club o como se les antoje llamarlo. El TEM debió ser, y no fue, más estricto en ambos aspectos: el procesal y el sustantivo en su quehacer oficial. La creación de un nuevo ente no garantiza que ello sea así, pero con la amarga experiencia que se ha tenido con el existente, quizá la mejor idea sería virarlo patas arriba, tal y como el Colegio de Médicos promueve que se haga y botar la ley que lo creó al zafacón. Tendremos que ver en el camino qué se hace con estas nuevas ideas que vienen circulando, especialmente con la 'propuesta' del Colegio, para determinar en beneficio de quienes redundan, con la esperanza de que sea en favor del paciente. ‘Wishful thinking’…., como dirían nuestros vecinos del norte.

1 comentario:

Christian M. Frank Fas dijo...

Opino que el TEM en su desempeño debería de ser tan (o más) estricto que el Tribunal Supremo en su ejecución disciplinaria. Aunque bien es cierto que con el desbalajuste reciente hemos perdido fe en él, aún debería existir un cuerpo regulador local de la profesión médica. Además, fielmente creo en la colegiación compulsoria para los médicos, que sirve también para homogenizar sus procedimientos y la calidad de sus servicios. Después de todo, ¿porqué el escrutinio disciplinario para los abogados es mucho más estricto que para los médicos? Nosotros solamente protegemos la libertad y el patrimonio, los médicos protegen la salud y la vida misma. De todas maneras, no soy partícipe del aforismo "Allá es mejor que acá", así que llámese como se llame al Club Social Regulador Independiente de Médicos, más vale que discipline pronto y desmediquicen (¿así se dice?) a quien merece, limpien casa y ejecuten con vara y fuete la regulación de la faena más importante de nuestro país.