viernes, 23 de noviembre de 2007

VBAC en Puerto Rico... perspectiva de un abogado


Al igual que en Estados Unidos, los obstetras de Puerto Rico prefieren manejar los embarazos posteriores a una cesárea sacando de su cajita de herramientas el escalpelo, independientemente de las razones que hubo para hacerlo la primera vez. Según estos galenos, no hacer nuevamente una cesárea conlleva, entre otros riesgos, la ruptura del útero, ya que una incisión no hace sino debilitar su estructura tisular; y ésta se pone en riesgo con la tensión en el órgano que de ordinario produce un parto natural. ¿Y?

Un gran porciento de los puertorriqueños nacidos en la pos guerra (baby boomers) somos producto de una cesárea, lo que parece arrojar un poco de luz sobre la existencia de unos cuantos César pululando en nuestro entorno. Padres creativos, pero médicos demasiado conservadores, por decir lo menos.

En sus recomendaciones, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) tradicionalmente ha puesto trabas al parto vaginal luego de una cesárea, VBAC, por sus siglas en inglés. La evidencia científica poco a poco ha venido derrumbando los mitos y falacias tras esos reparos de ACOG al parto vaginal pos cesárea. Sin embargo, la mayoría de los obstetras aún prefieren desenfundar el bisturí y hacer nuevamente una cesárea en lugar de un parto natural. Llamémoslo conservadurismo, miedo a las demandas, jaibería económica, en fin, démosle el calificativo que queramos. Lo cierto es que nuestra población en edad fértil tiene que lidiar todos los días con obstetras que prefieren abstenerse de atender una paciente si el parto natural es la opción que escoge la familita tras una cesárea.
A pesar de que sus recomendaciones son mucho más que persuasivas a la hora de establecer el estándar de cuidado en los tribunales, con el tiempo he aprendido a mirar con sospecha estas pretensiones de mandamientos de la ACOG, ya que esa asociación es simplemente una tribu, cuyo fin primordial es proteger a sus pares de demandas de impericia médica. En cuanto al tema que nos ocupa, la opinión de muchos es que pretende mantener el monopolio en el cuidado del embarazo y del parto, vis a vis el resurgimiento de las parteras (comadronas en nuestro léxico boricua) y de legislación que las apoya (midwifery legisation) en los Estados Unidos .

Hay quienes dicen que un obstetra sobra a la hora de un parto normal, a no ser para tomar fotos del bebé. Yo no soy tan drástico; creo que tienen su función importante en un parto feliz. Sin embargo, no pretendo, como abogado, convencer a mujer alguna que haya tenido una cesárea previa a que opte por un parto vaginal en sus embarazos subsiguientes; zapatero a sus zapatos. Afortunadamente el número de obstetras en nuestra isla que cree y promueve el VBAC va en aumento, como lo demuestra el comentario #7 que, bajo el seudónimo de “El Partero”, hace un médico obstetra a nuestro ensayo anterior. Esta nueva cepa de médicos son los encargados de disipar el temor que sus colegas han infundido por décadas en nuestras mujeres. Ellos son los llamados a difundir los beneficios del parto vaginal pos cesárea y a seguir derrumbando, por los medios a su alcance, los mitos y falacias tras el adagio hoy anacrónico del “once a cesarean, always a cesarean”.
Ya dijimos anteriormente que una cesárea innecesaria, de las muchas que se practican diariamente en Puerto Rico, constituye un acto de impericia médica. Debo añadir que esta impericia, que atenta contra la integridad física y emocional de la familia, ha quedado impune a lo largo de los años. Hacen falta buenos médicos que combatan esta agresión en contra de la mujer, no solo en sus consultorios y en las salas de parto, sino en los tribunales, como peritos en favor de las víctimas de esta impericia médica; mano a mano con los abogados que combatimos esta impunidad, aunque seamos todos objeto de muchas miradas torcidas. Nuestras futuras generaciones sabrán ser agradecidas.

1 comentario:

Rosabel dijo...

Para pensar, escribir y actuar como tu, se necesita mucho valor e integridad. Te felicito y me siento orgullosa de conocerte.
Entiendo que mas que hacerte "rico" en tu profesion, estas dando un gran ejemplo de valores y principios humanos y morales.
Te has convertido en el abogado del pueblo en "pro de la naturaleza de la vida"... Nacer, vivir y morir con dignidad.
Una cesaria sin sentido, no solo es un acto brutal hacia la mujer, tambien lo es para el resto de los integrantes de la familia. Todos debemos unirnos y frenar esta practica.