miércoles, 30 de enero de 2008

La ética de los anti-éticos




Mucha gente en Puerto Rico - y con toda probabilidad en otros países hermanos - atribuye la renuencia de los médicos a declarar en casos de impericia médica o mala praxis, en favor de las víctimas, cuando sus servicios son solicitados por los abogados de éstas, a algo ciertamente intangible llamado ETICA. Están totalmente equivocados. Esa renuencia a brindar peritaje en contra de colegas suyos se ha calificado por décadas en los círculos jurídicos como una llamada “conspiración del silencio” de parte de los profesionales de servicios de la salud que incurren en esa conducta.

Habiendo consultado un excelente recurso cibernético a mano, como los es Wikipedia, confirmamos que “la ética (del latín ethica desde el griego antiguo"filosofía moral", del adjetivo de ēthos "costumbre, hábito") proviene del griego "Ethikos" cuyo significado es carácter”. La ética “tiene como objeto de estudio la moral y la acción humana. Añade el recurso informático que “conviene diferenciar, no obstante, entre los términos ética y moral : aunque en el habla común suelen ser tomados como sinónimos, se prefiere el empleo del vocablo moral para designar el conjunto de valores, normas y costumbres de un individuo o grupo humano determinado. Se reserva la palabra ética, en cambio, para aludir al intento racional (vale decir, filosófico) de fundamentar la moral entendida en cuanto fenómeno de la moralidad o ethos («carácter, manera de ser»). En otras palabras: la ética es una tematización del ethos, es el poner en cuestión los postulados sobre los cuales se basa la acción moral, con esta crítica se logra que estos preceptos sean más adecuados a un determinado proyecto de sociedad.”

¿Tiene algún parecido la breve disertación que antecede sobre el vocablo “ética” al impedimento que continuamente ponen los médicos para declarar en contra de un colega suyo en aquellas reclamaciones instadas por víctimas de impericia médica? Obviamente, no. De hecho, no hay una asociación o sociedad profesional médica conocida que en sus Códigos de Ética impida a sus miembros servir de perito en contra de otro colega suyo y a favor de las alegaciones de impericia de una víctima de un profesional de la salud.

Por mencionar solo una, la asociación norteamericana de ginecólogos y obstetras, conocida como ACOG por sus siglas en inglés, solo exige que el perito no ofrezca, a sabiendas, testimonio falso, prohibiendo que el tema que cubra esté fuera de sus conocimientos y experiencia. Debe fundamentar su opinión sobre el estándar médico aplicable con evidencia médica disponible. No hacerlo expone al perito en cuestión a una acción disciplinaria. Un paréntesis, sin embargo: estas asociaciones, por ser protectoras de sus afiliados en primera instancia y velar por sus intereses particulares, que sepamos, jamás han dado paso a queja alguna en contra de un médico que ha servido de perito a favor de uno de sus miembros. Por el contrario, las quejas que se han presentado tradicionalmente en estos colegios o sociedades responden a peticiones hechas por médicos demandados que, de alguna forma, han prevalecido en sus pleitos, quejándose en contra del perito de sus supuestas víctimas, por alegada conducta anti-ética.

Es verdaderamente ético y - más importante aún - moral, que los médicos que aman su profesión y respetan los elevados postulados por los cuales decidieron seguir ese camino de servicio a su prójimo, algunos guiados por lo que era su verdadera vocación, sirvan de peritos en favor de víctimas de impericia médica. No hacerlo va en contra, no a favor, de lo que es la ética profesional médica. No brindar testimonio a favor de las víctimas, cuando tiene un caso meritorio, es lo que es anti-ético. Los médicos podrán escudarse o esgrimir cualquier razón o argumento para no hacer peritaje a favor de una víctima. Amistad, pena, incomodidad, miedo al rechazo de sus pares, resentimiento en contra de abogados por haber sido ellos mismos demandados en el pasado. Unas cuantas razones podrían esgrimir en un momento, todas subjetivas y posiblemente cuestionables, pero jamás podrán anteponer la ética.

1 comentario:

Myrna Velez dijo...

Felicito al Lic. Velázquez por exponer lo que es una verdad a voces.
Las víctimas no sabemos en quien confiar. Estos peritos anti-éticos han creado un círculo tan cerrado que hace imposible hasta las demandas más serias. No solo protejen a sus colegas, también desorientan a las víctimas.